La ya antigua red de saneamiento de Santa Pola Oeste se articulaba en base a varios grandes colectores por gravedad que discurrían por las avenidas Salamanca, Albacete, c/Elda, paralelas a la línea de costa con tramos hasta Ø400 y Ø500mm de hormigón armado.
Las residuales que llegan a estos colectores provienen por un lado de conductos de hormigón en masa de calles perpendiculares que evacuan las residuales que a ellos les llegan y por otro lado de redes internas de manzanas de diversa índole de tipología y materiales, fundamentalmente de forma ramificada y con diámetros comprendidos entre Ø125 y Ø300 mm.
La necesidad de renovación de la red de saneamiento de Santa Pola Oeste empezó en el tramo comprendido entre la Avenida Salamanca y Avda. Zaragoza donde viene motivado por el estado de la actual red, que para llegar a la estación de bombeo anexa al Estadio Manolo Maciá (donde se ubica el actual bombeo que eleva las aguas a la E.D.A.R. de Santa Pola), llega hasta profundidades de 4 metros, disponiéndose bajo el nivel freático. Esto implica las infiltraciones de agua salada en la red sobrepasando los 20.000 Sm las conductividades de las aguas residuales, que llegan hasta la depuradora, degradando el sistema biológico de la misma.
Para solucionar este problema, y por extrapolación a todo Santa Pola Oeste, se ha construido una red de saneamiento por vacío que funciona mediante presiones negativas, evitando alcanzar grandes profundidades y manteniendo el nivel de la rasante de la tubería siempre por encima del nivel freático de la zona.
La red de vacío que está en depresión constante, está formada por tubos de PVC PN10 con diámetros comprendidos entre 90 mm y los 315 mm como máximo. La morfología de los 10 colectores generales, la distribución de los 150 ramales secundarios y las 177 válvulas de seccionamiento automáticas permiten un funcionamiento ejemplar de las más de 1.000 válvulas de vacío FLOVAC de 3”, pudiendo seccionar en todo momento un ramal ante cualquier incidente de cualquier índole.
Existe una estación de vacío para cada fase pero solamente tres casetas porque se han juntado las estaciones de vacío de las fases II-III y IV-V en sendas casetas, respectivamente.
Se han ubicado en parcelas municipales y la profundidad de la misma supera los 4,50 m sobre el nivel del terreno y es de hormigón armado sulforesistente capaz de soportar la agresión de las aguas freáticas.
Los muros verticales se hormigonaron de una sola vez para evitar la colocación de juntas verticales con el fin de garantizar al máximo su estanqueidad.
En el interior de cada estación se ubican seis generadores de vacío encargados de mantener la depresión tanto en la red de tuberías como en el acumulador. Éste último es un depósito de acero inoxidable de capacidad 30.000 litros cuya función es acumular temporalmente las aguas sucias. Cuando se alcanza el nivel predeterminado se vacía el tanque impulsando las residuales hasta la estación depuradora de aguas residuales mediante tubo de fundición dúctil con recubrimiento de poliuretano.
Dispone de dos sistemas de medición del nivel de agua mediante sondas y medida en continuo. También se mide de forma continua la depresión existente.
El sistema de control permite conocer en tiempo real el estado de las instalaciones, logrando reducir el tiempo en las intervenciones optimizando recursos humanos.
De este modo la empresa concesionaria del servicio de saneamiento puede lograr ahorros significativos frente al sistema tradicional de saneamiento por gravedad.
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