El sofisticado retrete que se encuentra hoy en día en nuestros cuartos de baño tiene su nacimiento en 1597 gracias al escritor británico Sir John Harington. Este le enseñó su invento a la reina Elizabeth I de Inglaterra, quien se impresionó tanto por su eficacia que ordenó que le hicieran uno para ella. Sin embargo, fue Alexander Cummings quien patentó el inodoro en 1775, casi 200 años más tarde del invento original. En 1848 se estipuló en una ley de sanidad pública que cada nueva vivienda debía tener un inodoro.
Hace dos siglos que se considera al váter una cuestión de sanidad pública por su importancia en la higiene y la salud. Además, el uso del retrete previene la contaminación del medio ambiente. Y este es el tema del Día Mundial del Retrete de 2018. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) de las Naciones Unidas tiene como finalidad garantizar que, en 2030, todo el mundo tenga un retrete seguro y que nadie defeque al aire libre. Según ONU-Agua, estamos lejos de cumplir este objetivo. Esto pondría en riesgo el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La organización afirma que la exposición a estas situaciones insalubres tiene una repercusión devastadora. Afecta la salud pública, las condiciones de vida y de trabajo, la nutrición, la educación y la productividad económica en todo el mundo. Aún así, miles de millones de personas no tienen retrete. Eso significa que una gran proporción de las heces humanas no se está recogiendo ni tratando. Esto contamina el agua y el suelo, fundamento de la vida humana. Además, las niñas y mujeres que viven en zonas en las que defecar al aire libre es habitual, muchas veces tienen que esperar a que llegue la noche para aventurarse al exterior a hacer sus necesidades. La falta de acceso a unas instalaciones seguras cerca de casa puede terminar en ataques, violaciones e, incluso, asesinatos.
A pesar de estos datos pesimistas, se están llevando a cabo medidas positivas alrededor del mundo. El proyecto Clean India Mission tiene por objetivo construir 90 millones de retretes en los hogares y núcleos de población de la India rural. Este proyecto ha inspirado a muchas organizaciones para preparar modelos de saneamiento sostenibles y asequibles. En Warji (Nigeria), el gobierno local está educando en las consecuencias de la defecación al aire libre, consiguiendo que los ciudadanos cobren consciencia de la relación que existe entre esta práctica y los brotes de epidemias mortales.
En nuestra comunidad el uso del retrete ya es parte de nuestra cotidianidad. Aún así, debemos colaborar con el ODS 6 reduciendo la contaminación de nuestras instalaciones de saneamiento. El sistema por gravedad es efectivo, pero si tiene una fisura, es muy difícil de detectar y solucionar. Cuando esto ocurre, se puede filtrar agua residual al terreno. En un sistema por vacío, entra aire en la red y se detienen las válvulas, evitando la contaminación. En nuestras sociedades desarrolladas debemos contemplar el alcantarillado por vacío como el sistema de saneamiento más ecológico.
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