El saneamiento es cosa de todos

  • 31 julio, 2018

Según la OMS, unas 842.000 personas mueren cada año a causa de un saneamiento y una higiene decifientes

En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció que el acceso al saneamiento es un derecho humano. Pidió que se realizaran esfuerzos internacionales para ayudar a los países a proporcionar instalaciones salubres, limpias, accesibes y asequibles. A pesar de las medidas tomadas, 700 millones de personas quedaron de lado sin obtener el saneamiento necesario.

OMS

Infografía de creación propia a partir de datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud

Según la Organización Mundial de la Salud, unas 842.000 personas mueren cada año a causa de un saneamiento y una higiene deficientes y de la insalubridad del agua. La OMS considera que unas 280.000 de estas muertes se producen a causa de un saneamiento deficiente o inexistente. Se estima que la mejora de la calidad del agua, de las instalaciones de saneamiento y de la higiene podría prevenir cada año la muerte de unos 361.000 niños menores de 5 años.

La falta de instalaciones de saneamiento perpetúa un círculo vicioso de enfermedad y pobreza. Los países que registran el mayor número de muertes de niños menores de cinco años y los niveles más altos de malnutrición y pobreza, son aquellos donde la defecación al aire libre está más extendida. Por desgracia, hay más personas en el mundo con un sistema de saneamiento deficiente o inexistente que las que cuentan con un servicio seguro de gestión de las aguas residuales.

En 2012, la OMS determinó que cada dólar invertido en saneamiento produce un rendimiento de 5,50 dólares. Menores costos de salud, más productividad y menos muertes prematuras.

Saneamiento y género

Los beneficios de un saneamiento eficiente van más allá de la salud. También puede marcar un cambio para la situación de las mujeres en países en vías de desarrollo.

La asistencia de las niñas a la escuela se ve potenciada especialmente por el establecimiento de instalaciones de saneamiento separadas. Según el informe El derecho al agua (2010) elaborado por la OMS, los padres no quieren mandar a sus hijas a escuelas donde puedan ser vistas en los servicios. Las propias niñas evitan usarlos si son mixtos o están en malas condiciones. Además, en ocasiones no beben agua, exponiéndose a sufrir deshidratación.

Según este mismo informe, en Uganda el 94% de las niñas comunicó que había tenido problemas en la escuela durante la menstruación por la falta de instalaciones habilitadas. En muchos países las mujeres están excluidas de la adopción de decisiones relativas al agua y al saneamiento. Por eso, sus necesidades y circunstancias específicas no se toman en consideración al elaborar los programas de suministro de agua y saneamiento.

Un elemento clave para cualquier sociedad desarrollada

La causa de muchas de nuestras enfermedades es el estado de nuestros lavabos y nuestro mal hábito de dejar nuestras deposiciones en cualquier lugar y en todo lugar. Yo, por consiguiente, creo en la absoluta necesidad de un espacio limpio para responder a la llamada de la naturaleza. Mahatma Gandhi (1925)

Para Gandhi lo primordial era la limpieza. Y eso pasaba por un saneamiento eficiente y al alcance de todos. Le horrorizaba ver que se usaran los ríos y lugares que consideraba sagrados como espacios de saneamiento. Además, advertía de las enfermedades relacionadas con la falta de instalaciones apropiadas.

Por lo tanto, podemos considerar el saneamiento como una herramienta primordial para el desarrollo de los países con ingresos medios y bajos. Así como para la reducción de miles de muertes anuales. Al fin y al cabo, el saneamiento responde a nuestras necesidades básicas y es un derecho humano que debe ser respetado.

 

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